« Estamos en medio de una operación. Tenemos que ejecutarla »
La solidaridad de todos, la búsqueda de la cooperación y el consenso nos permitirán vencer a las incertidumbres de esta crisis. Sería imposible sin la fortaleza de los profesionales y servidores públicos de los distintos Cuerpos y Administraciones.
Aquí encontrará la versión en inglés de este artículo.
VIENA, 7 de Mayo, 2020 / Adam Casals
« Algunas informaciones eran incompletas y contradictorias. La ciencia tendrá que aclarar lo que puede cumplir y lo que no »
La gestión de la incertidumbre
Estos días hemos hablado más que nunca. Desde la lejanía y la distancia impuesta por los confinamientos en tantos países, hemos intercambiado voces, mensajes, llamadas, canciones, vídeos; hemos reído y llorado juntos, nos hemos dado ánimos y sobretodo, hemos sabido que no estábamos solos y que aún tenemos muchas cosas que hacer y que decir, y una responsabilidad debido a los talentos que nos han sido dados. En mi caso, habiendo fallecido mi padre al principio de la epidemia en España, he recibido la calidez y las muestras de apoyo de muchas personas, y solo puedo estar agradecido. Algunos son amigos que perdieron también a seres queridos en Barcelona, en Madrid, en Toledo, en Londres o en Salzburgo. Una de las llamadas, la de un amigo de Madrid, de carrera militar y con un puesto de responsabilidad en nuestras Fuerzas Armadas. Él fue quien me dijo, hablando de lo sucedido, que “estamos en medio de una operación y tenemos que ejecutarla. Ya llegará el tiempo de las valoraciones. Ahora tenemos que salir de ésta”. Tenía su razón y así se lo dije. En la realidad que a mi familia le ha tocado vivir, que es la de Cataluña, ya se han puesto sobradamente de manifiesto los graves errores cometidos por la falta de previsión, de prevención y de celeridad en la toma de decisiones por parte de la Generalitat. Incluso su propio Consell Assessor de Salut, con los expertos Manel Balcells y David Elvira al frente, criticó duramente la gestión de la crisis. En su día y hablando con Josep Cuní en SER Catalunya, Joan Tapia dijo, también con razón, que “los Gobiernos no pueden acertar siempre”. Tapia pedía consenso y recordó al Primer Ministro francés, Édouard Philippe, que había confesado a la Asamblea Nacional que “tomamos las decisiones en base a informaciones a veces incompletas y contradictorias”. Daniel Innerarity escribió sobre “el drama de decidir” en El País. Se refería a la necesidad por parte de “quienes gestionan la crisis” de “atender a varios mundos con valores e intereses divergentes”. En Crónica Global, Gonzalo Bernardos se refirió a las decisiones tomadas en parte por la “creencia inicial” de algunos epidemiólogos acerca de una supuesta “relativa inmunidad de Europa al covid-19”, basándose esencialmente en lo sucedido con la gripe A. Aparentemente, nadie quería ser acusado de “derrochar dinero”, y eso explicaría en parte “por qué no se adoptaron medidas excepcionales preventivas”. Se ha iniciado un interesante debate acerca de los límites de la ciencia, que en cualquier caso no puede hacer milagros y precisa de tiempo antes de llegar a resultados contrastados. Por eso la vacuna tardará. Contrariamente al optimismo del catalán Bonaventura Clotet, el epidemiólogo alemán del momento, Christian Drosten, habló de al menos un año en la ORF austríaca. Desde América, Anthony Fauci lo dejó para Enero en NBC. Además de la disparidad de opiniones entre expertos, con la pandemia se ha puesto de manifiesto que la calidad de la investigación no es siempre la óptima. En Der Spiegel, Nina Weber pedía explicaciones a la ciencia, que tendría que aclarar que es “lo que puede cumplir, y lo que no”.
« ¿Cuál es el valor de una vida humana? Para mí no tiene precio »
Por el momento, la crisis es mayúscula en lo humanitario y en lo económico. Bernardos hablaba de un “difícil dilema: menos riesgo sanitario o más bonanza económica”, sin contemplar que lo primero es condición necesaria para lo segundo. El Gobernador Andrew Cuomo de Nueva York, uno de los Estados con la mortalidad por habitante más elevada por este virus, lo resumía así: “la cuestión fundamental, que no estamos articulando, es ¿cuál es el valor de una vida humana? Para mí no tiene precio”. En su show en CBS, Stephen Colbert lo llamó un “contraste refrescante” frente a otras posiciones. En CNN, Christiane Amampour había calificado como “realmente chocantes” las declaraciones a una periodista del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Preguntado por el creciente número de fallecidos en su país, el mandatario respondió “¡Y qué! Lo siento, pero ¿qué quiere que le haga?” Brasil ya es el sexto país del mundo con más fallecidos reconocidos por coronavirus.
Lo necesario y lo que funciona
Estamos realmente en medio de una operación, en palabras de mi amigo militar. Y precisamente, los cuerpos de seguridad y de defensa tienen sobrada experiencia en la gestión de operaciones de emergencia. Están preparados logísticamente, saben desviar los recursos necesarios para la operación y desplegarse con rapidez, siempre al servicio de las autoridades civiles. En España, se ha puesto de manifiesto la fortaleza de los profesionales de los distintos Cuerpos y Administraciones; de bomberos, de protección civil, de seguridad y tantos otros. En Cataluña, las UME del Ejército estuvieron en todo momento a disposición para desinfectar equipamientos públicos y residencias de ancianos. A su vez, los Mossos de Esquadra fueron de los primeros en izar banderas a media asta en sus comisarías, en memoria de las víctimas. Son un cuerpo que se considera “menospreciado” por el Govern, ante la escasez de equipos de protección y de tests que ha afectado también al personal sanitario, de residencias de ancianos, incluso a los conductores de ambulancia que intentaron a la desesperada un pronunciamiento cautelar del TSJC al respecto. A pesar de las buenas ideas como el cuadro de Bansky aparecido en un hospital, no hay palabras suficientes de agradecimiento a los que han tenido que arriesgar sus vidas ante la incredulidad de no contar con equipos de protección suficientes. Algún directivo de hospital lo intentaba en Cataluña desde Enero, sin ser escuchado por la Conselleria de Salut.
« Cuando se genera una situación de emergencia, el Estado está preparado para actuar en la defensa de los intereses generales. Paradójicamente, el Procés y la inestabilidad política debilitaron las estructuras de Estado en Cataluña y en menor medida en toda España »
Cuando se genera una situación de emergencia, el Estado está preparado para actuar en la defensa de los intereses generales, que incluyen en primer lugar la protección de la vida de los ciudadanos, así como de la estabilidad y la economía. El Estado también son las Autonomías, en ejercicio de su representatividad y sus competencias. Paradójicamente, el Procés debilitó esas estructuras en Cataluña y en menor medida en toda España, debido a la inestabilidad política añadida, la mayor volatilidad de las legislaturas y los efectos colaterales en la planificación y en la gobernabilidad. Sin embargo, el Estado, que son en definitiva sus profesionales y servidores públicos, está funcionando desde sus distintos ámbitos en la ejecución de esta operación para vencer a la pandemia.
El Consenso
Hablando en el plano internacional, mi amigo de Madrid había hecho una reflexión que me hizo pensar: “Lo que no puede ser es que una crisis sanitaria se convierta en una crisis de seguridad”. Entrevistada por Fareed Zakaria en CNN, Madeleine Albright recomendó huir del hipernacionalismo y buscar consensos, “escuchando y cooperando”, “trabajando juntos, con resiliencia y optimismo” como receta para salir de esta crisis. En cierto modo y salvando las distancias, sus consejos pueden ser útiles también para España. Con ese espíritu es una buena noticia que, una vez más, partidos del Gobierno y de la oposición alcanzaran acuerdos en sede parlamentaria, permitiendo la necesaria continuación de la gestión de la crisis actual, la “operación en marcha”, que diría mi amigo. También lo es que formara parte del acuerdo una mayor colaboración entre Administraciones públicas, y especialmente entre el Gobierno de España y las Autonomías. Ante esta crisis, están funcionando mejor los Estados federales y aquellos que practican activamente la subsidiariedad. Lo explicaba Markus Gürne en la ARD alemana: federalismo significa competencia, y por ende creatividad. Las mejores ideas acaban siendo adaptadas por otros y enriquecen al conjunto. Volviendo a España, es trascendente que en una situación de emergencia nacional se consigan acuerdos, por pequeños que sean, entre partidos de ideologías distintas, incluso dispares, consiguiendo también la presencia de varias sensibilidades territoriales, incluido el nacionalismo vasco. A pesar de todas las cuestiones abiertas, hubiera sido deseable una mayor presencia del catalanismo político en el conjunto.
Preguntada por los paralelismos entre la Segunda Guerra Mundial y la situación actual, Albright encontró uno: ahora, como entonces, tenemos que aceptar que no controlamos muchas cosas, como por ejemplo el virus. Pero cada uno de nosotros debe constatar lo siguiente: “ejerzo el control sobre mi comportamiento”. Un llamado en toda regla al ejercicio de la responsabilidad. Innerarity añadiría que “la complejidad no es una disculpa sino una exigencia”. Podemos y debemos hacerlo bien.
Visite el Johns Hopkins Coronavirus Resource Center para más información sobre las cifras oficiales de fallecidos por covid-19 en España, así como respecto al ranking internacional de tasa de mortalidad por habitante.
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